domingo, 7 de septiembre de 2014

Proceso y Bocetos


-Bocetos y Justificación- 

La idea original surgió de una historia que me habían contado unos amigos hace unos meses. El Taita Esteban de la comunidad cofane solía convertirse en jaguar, igual que muchos otros taitas, usando la medicina sagrada del yagé. Los abuelos que usan su conocimiento ancestral para viajar por la selva bajo la forma de un animal, son los mayores. Son los que más saben de las artes sagradas del chamanismo. El Taita Esteban no estaba en la maloca. La gente que estaba allí de pronto vio acercarse un jaguar adulto. Alguien de la comunidad se acercó y le disparó. El jaguar cayó muerto a unos 20 metros de distancia. Cuando se acercaron para recoger el cuerpo, encontraron al abuelo muerto. La persona a la que le escuché contar esta historia, un indígena adulto y serio, hablaba con propiedad y seguridad de lo que había pasado. 





Yo le creí todo lo que dijo y le sigo creyendo por la siguiente razón. Nosotros los occidentales hemos sido criados y educados en un sistema que solo explica las dinámicas occidentales. No podemos aplicar una lógica occidental a un fenómeno que no es occidental. Que sea el sistema dominante de pensamiento, el sistema institucional (impuesto a todo el continente americano a la fuerza y con la colonización) no quiere decir que la lógica binaria (verdadero- falso) de una mujer blanca como yo sea la verdad, y lo que me está contando un indígena sea la mentira. Porque ese binarismo de verdad- mentira es una invención occidental. Los indígenas tienen otra forma de organizar el pensamiento, un pensamiento- matérico que no construye límites entre lo virtual y lo actual, lo espiritual y lo corporal, el pensamiento y la naturaleza.





Yo no creo que los occidentales tengamos autoridad para negar la historia del Taita Esteban. Somos desconocedores de todo un saber que nos es ajeno. En este punto me diferencio de  Fontcuberta. Él está proponiendo que no nos dejemos llevar por una "verdad fotográfica" y por la información de los medios, que seamos críticos con las imágenes que nos llegan y hagamos nuestro propio análisis. Yo creo que esta posición es muy interesante si nos movemos entre imágenes que hacen parte del universo occidental. Pero cuando llegamos a los límites de nuestra cultura dominante, y nos encontramos con lo inverosímil, que entra en una lógica diferente con la que nos condicionaron desde niños, debemos tener la humildad de aceptar que tal vez nuestro juicio occidental es solo una muestra de nuestra ignorancia. 




Pero los occidentales estamos sumergidos en un planeta que se mueve por imágenes falsificadas, informaciones falsas, noticias sensacionalistas. Nuestra lógica de verdadero- falso está viviendo todas las epidemias, malformaciones, parodias, y tergiversaciones posibles. Ahora más que nunca no existe verdad alguna. Así que en este mundo, sometido por entero a lo que Nietzsche llamó la potencia de lo falso, la historia del Taita Esteban es completamente verdadera. Tan verdadera como el 11 de septiembre o la llegada del hombre a la luna. 

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